
¡Buenas! Yo sabía que el asunto del kendo era muy inestable, pero no pensaba que fuera a durar menos de dos semanas. El caso es que me he dado cuenta de que me es muy difícil coger dos horas de mi vida del martes para ir a hacer cosas de mi gusto. Quizá, si fuera otro día donde tuviera más tiempo libre a mi alrededor podría aguantarlo, pero así es imposible porque el martes es un día de hacer cosas, pero más bien deberes que placeres. Y que conste que me ha sentado fatal. La sensación de que me no puedo hacer lo que quiero y de que no voy a poder en unos años (teniendo en cuenta que no lo he hecho casi nunca en mi vida) no se me quita de la cabeza y sólo puedo ignorarla para sobrellevar más o menos el asunto.
Esto quizá cambien el año que viene, pero tal y como están ahora las cosas con la carrera no puedo jugarme nada y tengo que estar totalmente concentrado en lo que tengo entre manos porque cada vez estoy más en la cuerda floja. Así que el kendo se acabó, al menos por el momento.
Pasando a temas menos cabroncetes, tengo que decir que ya tengo nuevo libro a la vista. Después de terminarme el segundo libro de las Crónicas de Siala, de
Alekséi Péjov, he decidido dejar la trilogía a medias y pasarme a la ciencia ficción un poquito con
El juego de Ender, de
Orson Scott Card. Tiene muy buena pinta, y ya sé que mucha gente se lo habrá leído ya porque es un verdadero clásico del género, pero para los que estamos empezando ahora en el mundillo es una golosina muy apetitosa. Estoy deseando empezar y creo que cuando lo acabe será el primer libro que reseñe más profundamente en el blog. A ver cómo se me da.

Entre medias me estoy leyendo una recopilación de relatos de terror para jóvenes e incluso yo podría decir para niños:
Relatos inquietantes para chicos valientes. Contiene pequeños relatos de grandes del género de terror como H.P. Lovecraf, Poe o Bram Stroker (los nombres que siempre surgen en este tipo de recopilatorios, vaya). Son unos veinte y hay de todo: pesadillas, fantasmas, brujas, demonios... Algunos me están gustando más que otros pero casi todos me están resultado agradables de leer. Lo veo muy recomendable para aquellos que busquen cosas fáciles de leer con alguna pincelada inquietante, como su propio título indica. A veces apetece volver a los cuentos, más que nada por su simpleza. Y en el mundo literario poco más, así que ya iré informando cuando vaya terminando los libros que tengo ahora en medio. Que otras cosas puede que tenga que dejar, pero nada va a hacer que deje de leer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario